Cómo hacer para beneficiarte del autoconsumo eléctrico
- Greenia
- 3 dic 2023
- 4 Min. de lectura

El autoconsumo eléctrico es una forma de producir y consumir tu propia energía renovable, aprovechando los recursos naturales disponibles en tu entorno, como el sol, el viento o la biomasa. El autoconsumo eléctrico tiene múltiples beneficios, tanto para ti como para el planeta. Te permite ahorrar en tu factura de la luz, reducir tu dependencia de la red eléctrica, disminuir tu huella de carbono y contribuir a la transición energética.
Pero, ¿cómo puedes hacer para beneficiarte del autoconsumo eléctrico? En este post te explicamos los pasos que debes seguir para instalar un sistema de autoconsumo en tu hogar, local o comunidad de vecinos, y las opciones que tienes para gestionar la energía que produces y consumes.
Pasos para instalar un sistema de autoconsumo eléctrico

Para instalar un sistema de autoconsumo eléctrico, lo primero que debes hacer es elegir la tecnología de generación renovable que mejor se adapte a tus necesidades y a las condiciones de tu ubicación. La más común y accesible es la energía solar fotovoltaica, que consiste en transformar la radiación solar en electricidad mediante paneles solares. Otras opciones son la energía eólica, que aprovecha la fuerza del viento mediante aerogeneradores, o la biomasa, que utiliza materia orgánica como leña, pellets o biogás para generar electricidad.
Una vez elegida la tecnología, debes dimensionar el sistema de autoconsumo, es decir, calcular la potencia y el número de equipos que necesitas para cubrir tu demanda eléctrica. Para ello, debes tener en cuenta tu consumo actual y futuro, el espacio disponible, la orientación y la inclinación de los equipos, y el rendimiento y la vida útil de los mismos. Puedes usar simuladores o calculadoras online para obtener una estimación aproximada, o contratar a un profesional que te asesore y te haga un estudio personalizado.
El siguiente paso es elegir el tipo de autoconsumo que quieres realizar, según la modalidad y el régimen económico que más te convenga. Existen dos modalidades de autoconsumo: sin excedentes y con excedentes. La primera implica que toda la energía que produces la consumes, sin inyectar nada a la red eléctrica. La segunda implica que puedes verter a la red la energía que no consumes, y recibir una compensación económica por ello. Dentro de la modalidad con excedentes, existen dos regímenes económicos: el de compensación simplificada y el de venta a mercado. El primero consiste en que la compañía eléctrica te descuenta de tu factura la energía que has vertido a la red, hasta un máximo del 100% de tu consumo. El segundo consiste en que vendes toda la energía que produces a un precio de mercado, y compras toda la energía que consumes al precio que tengas contratado.
El último paso es tramitar la legalización y el registro de tu instalación de autoconsumo, cumpliendo con los requisitos técnicos y administrativos que establece la normativa vigente. Para ello, debes solicitar el permiso de acceso y conexión a la red eléctrica, presentar el proyecto y la documentación de la instalación, obtener el certificado de final de obra, comunicar el inicio de la actividad y solicitar la inscripción en el registro administrativo de autoconsumo de energía eléctrica. Estos trámites pueden variar según la comunidad autónoma y el tipo de instalación, por lo que te recomendamos que consultes con tu distribuidora o con un gestor especializado.
Opciones para gestionar la energía que produces y consumes

Una vez que tienes instalado y legalizado tu sistema de autoconsumo eléctrico, puedes empezar a disfrutar de sus ventajas. Sin embargo, debes tener en cuenta que la producción y el consumo de energía no siempre coinciden en el tiempo, y que puede haber momentos en los que produzcas más o menos de lo que necesitas. Por eso, es importante que sepas cómo gestionar la energía que produces y consumes, para optimizar tu ahorro y tu eficiencia.
Existen varias opciones para gestionar la energía que produces y consumes:
Usar baterías: Las baterías te permiten almacenar la energía que produces y no consumes, para usarla cuando la necesites. Así, puedes aumentar tu independencia energética, reducir tu consumo de la red y aprovechar al máximo tu producción renovable. Las baterías más habituales son las de ion-litio, que tienen una alta capacidad, un bajo mantenimiento y una larga vida útil.
Usar un gestor energético: Un gestor energético es un dispositivo inteligente que monitoriza y controla tu producción y tu consumo de energía, y optimiza el funcionamiento de tu sistema de autoconsumo. El gestor energético puede programar el encendido y apagado de los equipos, regular la potencia, gestionar la carga y descarga de las baterías, y adaptar el consumo a la tarifa eléctrica que tengas contratada.
Usar una comunidad energética: Una comunidad energética es una agrupación de consumidores y productores de energía renovable que comparten y gestionan de forma colectiva la energía que producen y consumen. Las comunidades energéticas pueden ser de varios tipos, como cooperativas, asociaciones, empresas o administraciones públicas, y pueden estar ubicadas en un mismo edificio, en una misma zona o en diferentes lugares conectados por la red. Las comunidades energéticas te permiten participar activamente en el mercado eléctrico, reducir tus costes energéticos, y contribuir al desarrollo local y a la transición ecológica.
Conclusión
Como has visto, beneficiarte del autoconsumo eléctrico es posible y beneficioso para ti y para el planeta. Solo tienes que seguir unos sencillos pasos para instalar un sistema de autoconsumo en tu hogar, local o comunidad de vecinos, y elegir la opción que más te convenga para gestionar la energía que produces y consumes. Así, podrás ahorrar en tu factura de la luz, reducir tu huella de carbono y contribuir a la transición energética. ¿Te animas a probarlo?
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